Mi suegra decide un día saber si sus tres yernos la querían o si al menos la apreciaban algo. Al día siguiente sale a dar un paseíto con su primer yerno, ella resbala y cae en un lago y se comienza a ahogar. El primer yerno sin pensarlo salta al agua y la rescata. Al día siguiente encuentra en la puerta de su casa un pequeño Peugeot 106 nuevo con una notita en el parabrisas que decía:
- "Gracias de parte de tu suegra que te quiere"
Ella comienza la misma historia con el segundo yerno, de nuevo se resbala y cae en el lago y se comienza a ahogar y el segundo yerno también sin pensarlo dos veces salta al agua y la rescata. El también al día siguiente encuentra en la puerta de su casa un pequeño Peugeot 106 nuevo con una notita en el parabrisas que decía:
- "Gracias de parte de tu suegra que te quiere"
Misma historia conmigo que soy el tercer yerno: vamos a caminar, ella resbala y cae en el lago y se comienza a ahogar y yo la miraba ahogarse y le decía:
- "¡Vieja de m... hace años que soñaba con esto!"
Al día siguiente encontré en la puerta de mi casa un Mercedes Benz 500 SL Class nuevo con una notita en el parabrisas que decía:
- "¡Gracias de parte de tu suegro que te quiere!"
Era un militar que se encontraba en una tienda con el fin de comprar un traje camuflado, y le preguntó al encargado si tenían trajes camuflados, este le respondió:
- Sí, tenemos, pero llevamos tres meses buscándolos.
Le dijo el soldado al cabo:
- Mi cabo no cabo en mi cama.
Y el cabo le dijo:
- No se dice cabo se dice quepo.
- Mi quepo no cabo en mi cama.
En cierta ocasión estaba un policía en su motocicleta, listo para corretear a cualquiera que quisiera violar los límites de velocidad.
En ese instante pasa una mancha roja a toda velocidad, el agente de seguridad se prepara para ejecutar la persecución, acelera la motocicleta y está por alcanzar el vehículo, cuando éste entra a un callejón sin salida, y se estrella con una pared.
El policía se baja de su moto y se dispone a hacer la inspección.
- A ver, no tiene placas de identificación, ni siquiera parabrisas, ni vidrios, no tiene bolsas de aire, y no logro ubicar el volante de dirección, bueno muchacho y tú, ¿De dónde sacaste este vehículo?
El muchacho adolorido le responde:
- ¡De, de, de la montaña rusa!
En una ciudad pequeña, un agente de tráfico detuvo a un joven conductor que iba a gran velocidad por la calle principal. El joven empezó a protestar:
- Señor agente, déjeme que le explique.
- ¡Silencio! Lo retendré hasta que regrese mi jefe.
El muchacho insistía:
- Pero señor oficial, escúcheme, tengo prisa.
El agente replicó:
- ¡Cállese! ¡Ahora mismo, a la cárcel!
varias horas después, el guardia fue a ver al detenido y le dijo:
- Ha tenido usted suerte, el jefe asiste a la boda de su hija, cuando regrese estará de buen humor y seguro que le perdona.
- No esté tan seguro, replicó el joven, ¡Yo soy el novio!
- "Gracias de parte de tu suegra que te quiere"
Ella comienza la misma historia con el segundo yerno, de nuevo se resbala y cae en el lago y se comienza a ahogar y el segundo yerno también sin pensarlo dos veces salta al agua y la rescata. El también al día siguiente encuentra en la puerta de su casa un pequeño Peugeot 106 nuevo con una notita en el parabrisas que decía:
- "Gracias de parte de tu suegra que te quiere"
Misma historia conmigo que soy el tercer yerno: vamos a caminar, ella resbala y cae en el lago y se comienza a ahogar y yo la miraba ahogarse y le decía:
- "¡Vieja de m... hace años que soñaba con esto!"
Al día siguiente encontré en la puerta de mi casa un Mercedes Benz 500 SL Class nuevo con una notita en el parabrisas que decía:
- "¡Gracias de parte de tu suegro que te quiere!"
Era un militar que se encontraba en una tienda con el fin de comprar un traje camuflado, y le preguntó al encargado si tenían trajes camuflados, este le respondió:
- Sí, tenemos, pero llevamos tres meses buscándolos.
Le dijo el soldado al cabo:
- Mi cabo no cabo en mi cama.
Y el cabo le dijo:
- No se dice cabo se dice quepo.
- Mi quepo no cabo en mi cama.
En cierta ocasión estaba un policía en su motocicleta, listo para corretear a cualquiera que quisiera violar los límites de velocidad.
En ese instante pasa una mancha roja a toda velocidad, el agente de seguridad se prepara para ejecutar la persecución, acelera la motocicleta y está por alcanzar el vehículo, cuando éste entra a un callejón sin salida, y se estrella con una pared.
El policía se baja de su moto y se dispone a hacer la inspección.
- A ver, no tiene placas de identificación, ni siquiera parabrisas, ni vidrios, no tiene bolsas de aire, y no logro ubicar el volante de dirección, bueno muchacho y tú, ¿De dónde sacaste este vehículo?
El muchacho adolorido le responde:
- ¡De, de, de la montaña rusa!
En una ciudad pequeña, un agente de tráfico detuvo a un joven conductor que iba a gran velocidad por la calle principal. El joven empezó a protestar:
- Señor agente, déjeme que le explique.
- ¡Silencio! Lo retendré hasta que regrese mi jefe.
El muchacho insistía:
- Pero señor oficial, escúcheme, tengo prisa.
El agente replicó:
- ¡Cállese! ¡Ahora mismo, a la cárcel!
varias horas después, el guardia fue a ver al detenido y le dijo:
- Ha tenido usted suerte, el jefe asiste a la boda de su hija, cuando regrese estará de buen humor y seguro que le perdona.
- No esté tan seguro, replicó el joven, ¡Yo soy el novio!